¿Para qué sirve la poesía? ¿Qué utilidad pueden tener unos versos en esta época de disfraces y emperadores? Una vez más es la poesía quien acude en mi ayuda:
CONTRA EL TIRANO
Escribió un libro entero contra el tirano.
Quinientas páginas de epigramas hirientes y prosa ácida,
Inflamada por el más noble afán de justicia.
Documentó sus crímenes atroces,
Su poder tenebroso, su corrupción
Y el final desamparo de todo autócrata.
Esperó la condena a muerte,
La tortura, la cárcel o el destierro.
Pero al tirano le fascinó la invectiva.
Nada la agradó tanto como el revés de la trama.
Leyó bajo tanto odio la admiración,
En el tono indignado la voz de un cómplice.
Y lo nombró su secretario perpetuo
Y el redactor de sus edictos monstruosos.
José Emilio Pacheco, Como la lluvia, (2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario