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martes, 8 de septiembre de 2020

Anoche, cuando volvía del campo de mi amigo Ángel Andrada, una luna roja agonizaba en lo alto, cantaban los grillos, la noche estaba en calma, sofocante pero hermosa, y el mundo parecía estar bien hecho. Instintivamente, en el equipo del coche busqué esta canción del mago Spinetta para escucharla una y otra vez, como cuando de niño quedaba atrapado en un universo sonoro de tres minutos. Me parece una obra maestra. La letra es de esas cosas que no se pueden explicar. ¿A qué te refieres, flaco? Da igual. Nunca lo sabré, nunca querré saberlo del todo. Para qué descifrar el enigma de ese "vino que entibia sueños al jadear", de esa luna "enrojecida en sed", de esas impalas recorriendo el estanque, de esos tigres que "ya se ven bajo la lluvia"... frutos de una consciencia alucinada y de un genio creativo irrepetible.

...Y entonces lo entendí: la realidad es nuestra mayor alucinación. 



domingo, 25 de septiembre de 2016

A vueltas con la belleza




Enemigo de la guerra y su reverso, la medalla,
no propuse otra batalla que librar al corazón,
de ponerse cuerpo a tierra, bajo el paso de una historia
que iba a alzar hasta la gloria el poder de la razón
y ahora que ya no hay trincheras,
el combate es la escalera y el que trepe a lo más alto
pondrá a salvo su cabeza. Aunque se hunda en el asfalto
la belleza...

Míralos, como reptiles, al acecho de la presa,
negociando en cada mesa ideologías de ocasión;
siguen todos los raíles que conduzcan a la cumbre,
locos por que nos deslumbre su parásita ambición.
Antes iban de profetas, ahora el éxito es su meta;
mercaderes, traficantes, más que náusea dan tristeza,
no rozaron ni un instante
la belleza... 

Y me hablaron de futuros, fraternales, solidarios,
donde todo lo falsario acabaría en el pilón.
Y ahora que no quedan muros ya no somos tan iguales,
tanto vendes, tanto vales ¡viva la revolución!
Reivindico el espejismo de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada
la belleza...


Pd: Luis Eduardo, ponte bueno.