Absurdo como una antorcha olímpica sin llama flotando en el espacio.
Los Elegidos admiran el desarrollo tecnológico alcanzado. Algunos, de entre los Elegidos, miramos con vergüenza al suelo y apagamos el televisor. Ajenos a la pantalla, los Nadie siguen buscando calor y alimento entre la corteza terrestre, en las basuras de los hipermercados, arrancando las venas de fibra óptica en las autopistas de la información.
Es la hora en que Dios suele hacer cortocircuito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario