domingo, 22 de marzo de 2015

Instrucciones básicas a la hora de votar contadas a los tontos por otro tonto.


1. No apurarse, en realidad solo hay dos opciones de voto: a quienes defienden que este mundo es chupi y va a serlo aún más (pero sólo para ellos), o a quienes consideran que nuestra sociedad va de mal en peor y aún se puede caer más bajo (en nuevas formas de esclavitud, por ejemplo). Siguiendo esta premisa no quedan dudas: los colores y las siglas desaparecen.

2. Hasta ahora la política ha consistido en estafar simultáneamente a la gente. No albergues demasiadas esperanzas de cambio: la gente estafada ama la rutina tanto como la queja.

3. Puedes depositar tu papeleta por inercia, por traición, por celos, por peteneras, por embriaguez informativa o por alcoholismo (a secas), nada cambiará el resultado: los que vengan -sean quienes sean- dejarán de ser los tuyos.

4. Si has sido tonto (o tonta) para obedecer, para consumir, para arruinarte y para olvidarte de ser feliz pendiente del gobierno de turno, no cambies tu voto: sarna con gusto no pica.

5. Recuerda: el que no vota no mama y el que mama merma.

6. Salir a votar es un ejercicio saludable. Sobre todo si se tiene perro.

7.  A la hora de decidir el voto que tu bolsillo izquierdo no sepa lo que hace el derecho.

8. Antes de votar cuenta hasta diez. Si en diez segundos no llegas a avergonzarte demasiado, deja caer la papeleta. (Dentro).

9. No cantes victoria hasta que Matías Prat lo anuncie con lágrimas en los ojos.

10. Si ha ganado el partido que votaste date un día de descanso antes de ponerte a sacar fallos. Si no, date todo el mes en concepto de vacaciones.

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