![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIUoujEln1pm3o1Yk4TSOmGA54ZF71GUa6JTuERLlP_WWjVKOdz0TEFUHSZE9Wd13I5gvs0okm8lPxMWatrS2req5HPzK-YQ9bPA5EPgjv5JnpaVaYzSe2wxd5DQmwKtpldEONa0_BHHU/s400/espolon2.jpg)
Y os digo que en medio de tanta infamia y tanto dolor, tanto Bárcenas y tanta Corinna, tanta nauseabunda corrupción, hoy hubo un instante en que el cielo escampó y nada se supo de infantas y narcotraficantes, de despidos y desahucios. La claridad vino del cielo, no divina sino terrestre, iluminando la mirada y el paisaje, las criaturas todas de la tierra, lo visible y lo invisible... Y puedo jurarlo: el mundo parecía -por un instante al menos- estar bien hecho.
Foto: Espolón, Trujillo, D.C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario