El creador del espejo gira en torno a esta reflexión de Fernando Pessoa, en su Libro del Desasosiego. En 1930, el poeta portugués recibió en el puerto de Lisboa la visita del ocultista Aleister Crowley. Ambos personajes reflejan, a mi modo de ver, dos posiciones claramente enfrentadas en torno al alma humana y su relación con el mundo.
A partir de aquí, he profundizado en los conflictos entre el ser humano y su propia imagen; la potencia simbólica del "espejo" arquetípico sirve para desarrollar, a lo largo de cinco partes bien diferenciadas, aspectos como la construcción del Ego y sus síntomas o la relación entre la Imagen y el mundo (con sus mutuas distorsiones), así como ciertas patologías y comportamientos generados por la influencia del "espejo" o la Imagen en nosotros. Entre éstos, el de la anorexia es sólo un ejemplo más, acaso el más terrible, de distorsión de la realidad.
Para profundizar en los múltiples aspectos que se iluminan en torno a este tema (que de un modo u otro a todos nos afecta), y tratando de llevar siempre un mensaje de claridad y esperanza al lector, ofreceré en los próximos meses una serie de charlas complementarias a la lectura de estos poemas.
Será un placer encontrarnos de nuevo.
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