lunes, 14 de abril de 2014

Mímesis

Al lado de la hamaca, el saltamontes me ofrece su silenciosa compañía. Envidio en él la capacidad para fundirse con la rama, que se funde con el aire, que se funde con la nube, que se funde con el tiempo... Debo volver a la Plaza atestada de gente, al bullicio, al protocolo, a la insigne postal costumbrista. Quién fuera saltamontes, quién fuera rama, quién fuera viento...

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