miércoles, 25 de noviembre de 2015

Adivina, adivinanza...


Y ahora un poco de humor aunque nos haga reír de pena. El presente poema fue escrito en Cáceres, en una soleada mañana de finales de septiembre mientras hojeaba la prensa y desayunaba café con churros. Allí mismo, como por intercesión divina, me fueron "revelados" los siguientes versos.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

A ver si nos enteramos

Cada vez veo a más gente con una venda
puesta en los ojos.
Incluso he visto gente a la que,
habiendóseles movido un poco,
se la vuelven a colocar correctamente.




Según los datos del INE de octubre de 2015, en Trujillo hay 1.091 personas en paro. El 11% de la población. Dos meses antes, en agosto, los políticos del Ayuntamiento aprobaron subirse el sueldo un 400%. Es decir, destinar del erario público 84.000 euros anuales sólo en gastos de concejales.

Por si fuera poco, nuestra entrañable y turística ciudad pierde habitantes cada año. Eso sí, en algunas guías aparece citada como un enclave turístico que hay que visitar. En otras, no. Cuestión de tarifas. La imagen es la imagen, que diría Monago. Y de eso comemos: pura imagen, pura fachada, como esos edificios obsoletos y huecos que adornan el paisaje cotidiano con su estampa costumbrista: desde el silo al Palacio de la Conquista, por no mencionar iglesias, palacios y jardines cerrados. A esta retahíla somnolienta hay que sumar la incesante proliferación, no menos espectral, del lema "Se alquila" en numerosos negocios hosteleros regentados ya sólo por el musgo y la humedad. En algún momento del sutnami económico sucumbieron ante la falta de clientes, los vaivenes del mercado o la mala cabeza. Pero para eso, para no tener que ver las carencias, la fealdad, para garantizar la ensoñación colectiva, está el equipo de gobierno, con sus zapatos brillantes y sus nóminas relucientes. ¿La oposición? Ni está ni se la espera. Así las cosas, no es de extrañar que haya quienes sigan sin querer ver la realidad (las mil familias sin un sueldo en casa); los que prefieran vivir en la ensoñación del desarrollo (esperando el tren del futuro el presente nunca pasa por Trujillo); los que se apliquen el cuento de la lechera (pretender vivir de eventos, ferias, jornadas puntuales que no solucionan nada); los que se abandonen a la anestesia colectiva (fiestas, fiestas, fiestas de toda índole, haya o no dinero en los bolsillos); Están, por último, los que deciden anclarse en el vano ayer, esa lápida gloriosa que no da limosna.

Cuando el otoño tiende sus redes y las pisadas de los transeúntes riman consigo mismas al cruzar las calles deshabitadas, Trujillo se convierte en Comala. A ambos lados de la misma niebla, los concejales emborronan cuartillas en blanco y desayunan café con churros. Garabatos, palmadita, nómina y pucheros. "Si te he visto no me acuerdo", "si me insultas te denuncio"...    

1.091. 1.092. 1.093.... 

Nadie hace nada. Nadie dice nada. -"Ora pro nobis".

1.094. 1.095. 1.096...

Soportales vacíos, la luna en los escaparates. -"¡Goooool de La Roja!"

1.097. 1.098. 1.099...

Cuando la pobreza se sienta a la mesa, el amor salta por la ventana. -TQ hta pto bss

1.100. 1.101. 1.102...

Sélleme la cartilla. Mierda y disimulo. -¿Con IVA o sin IVA?

1.103. 1.104. 1.105...

"Ay Chíviri, Chíviri, Chíviri..."

1.106... 1.107. 1.108...

Estoy hablando, señores, de un problema de cultura. 

martes, 10 de noviembre de 2015

Episodio I. Carta abierta a Consuelo Soriano.

 
EPISODIO I.
Carta abierta a Consuelo Soriano.

 
  
Querida Consuelo:

    En 2011, unos meses antes de las elecciones municipales, acudieron a reunirse con el Club de Lectura de Trujillo los candidatos que concurrían a la alcaldía; en concreto, Fernando Acero Pascual, por parte del PSOE, y Alberto Casero Ávila, por parte del PP. Aunque hubo alguna llamada, la reunión con el candidato de IU nunca llegó a producirse. Los miembros del club de lectura aprovechamos tan eminentes visitas para presentar a los futuros responsables del consistorio diez "reclamaciones" (así lo expresamos, pues no eran ni sugerencias ni propuestas sino reclamaciones)  para la mejora de la cultura y de los bienes patrimoniales de nuestra ciudad. Entre otras, una casa de cultura, una feria del libro y una biblioteca en condiciones. Ambos candidatos acogieron las propuestas con una amplia sonrisa preelectoral, y agradeciendo la sensibilidad y el espíritu constructivo mostrado por nuestro colectivo prometieron "estudiar" cada una de las medidas. De la reunión con Alberto Casero surgió, además, un compromiso: si alcanzaba la alcaldía impulsaría la creación de una feria del libro en la Plaza Mayor que contaría con la colaboración activa del club de lectura. Así fue. De 2012 a 2014 el Ayuntamiento promovió la Feria del Libro de Trujillo, que yo mismo coordiné para la Concejalía de Cultura, y que el club de lectura, a la sazón convertido en asociación cultural, potenció con su participación y apoyo en las diferentes actividades programadas. Tres años de esfuerzos compartidos han hecho posible que este evento tenga hoy su hueco en la agenda social trujillana. Tras la clausura de cada edición, tanto Alberto Casero, como el concejal de Cultura y Deporte, Julio Bravo, nos transmitieron en público y en privado su entusiasmo y el deseo de seguir apoyando este evento en la voluntad de que cada año la Feria del Libro fuera "a más y mejor".

En abril de 2014 nuestro colectivo recibió una invitación por parte del señor Bravo para acudir a la presentación de la candidatura de Alberto Casero como candidato popular para las próximas elecciones, que rechazamos cordialmente al entender fuera de lugar la presencia de nuestra asociación en un acto estrictamente político. No obstante, comenté personalmente mi sorpresa ante este hecho tanto al señor Casero como al señor Bravo; mientras el primero entendió completamente lógica nuestra ausencia, el segundo me transmitió su desagrado por no haber estado y me dio a entender que "otras asociaciones culturales sí habían respondido".

  En junio de 2014 publiqué en la revista Comarca un artículo titulado "La palabra y su silencio". Mis palabras insistían en la necesidad de potenciar la cultura de base (bibliotecas, archivos, teatro, asociacionismo, educación...) contrastándolo con el modelo de festivales de carácter elitista y efímero que tanto se han prodigado en los últimos años en Trujillo. En otras palabras: atender las necesidades culturales de los trujillanos durante todo el año, y no sólo durante unos pocos días. El artículo, claro, levantó ampollas. El propio concejal, mal simulador, se tomó la molestia de recomendarme un cambio en mi actitud. Pero servidor, que nunca se ha privado de decir lo que piensa, encajó la falta de autocrítica de los gestores públicos e ignoró los ataques indirectos que sobre mi persona llegaron a proferirse. 
  
   Fue tras el verano, con el comienzo del curso, cuando fui informado por Ángeles Quesada de que el concejal Julio Bravo les había propuesto a ella y a José Manuel Ortega ocupar mi lugar como coordinadores del Club de Lectura. Ellos mismos comunicaron este hecho a los miembros de nuestra asociación cultural en reunión celebrada en la Librería El mundo del ángel. El respaldo en torno a mi persona fue unánime y la respuesta clara: somos una asociación cultural sin ánimo de lucro y sólo nosotros decidimos quien y cómo se gestionan nuestros recursos humanos y económicos. Faltaría más. Solicitamos de inmediato la presencia del señor Bravo para aclarar este asunto. Interrogado al respecto, el concejal embarullado alegó "no haberse explicado bien" y que todo había sido fruto de un malentendido.

  La Asociación Cultural Club de Lectura de Trujillo respondió en medio del enrarecido ambiente redoblando sus esfuerzos y programando una serie de actos culturales que llevamos a cabo durante el último trimestre del año, varios de ellos en la librería El mundo del ángel. Así se celebraron la yinkana "En busca del libro perdido", el maratón de lecturas "Lluvias de letras", los recitales "La tarde perversa" y "Tarde de poetas". Fue el modo en que el club quiso apoyar la aventura empresarial de nuestra compañera Ángeles Quesada. En ninguno de estos eventos, por cierto, hizo acto de presencia concejal alguno ni autoridad competente.

  En diciembre, con la celebración de una gala en el cálido y acogedor Teatro Gabriel y Galán nuestro colectivo conmemoró una década de historia, diez años de encuentros semanales, de experiencias y testimonios en torno a la literatura, el pensamiento y el compromiso cívico. En su intervención, el alcalde Alberto Casero alabó la labor desarrollada por nuestra asociación, ponderó mi tesón al frente del club de lectura y deseó una larga vida a nuestra actividad para, acto seguido, retomar otra de aquellas reclamaciones que años atrás le expusimos, y que minutos más tarde yo mismo volví a recordar: la necesidad de contar con una Casa de Cultura en Trujillo. Por su parte, el concejal Julio Bravo, poco menos que invisible, se afanó en una actividad que ha sido característica en él: el teléfono móvil.

  Mientras todo esto tenía lugar, la segunda parte de la subvención comprometida mediante convenio para el año 2014 (el 50%: 2.000 euros) continuaba sin hacerse efectiva. Pese a la promesa del señor Casero de que el pago sería inminente, éste no se hizo efectivo hasta tres meses después, exactamente el 30 de marzo de 2015.  

  En su lugar, una escueta nota de prensa emitida por la Concejalía de Cultura informaba que la Feria del Libro de 2015 iba a ser coordinada por dos personas: José Cercas y -¡oh, sorpresa!- nuestra entonces compañera Ángeles Quesada. La Asociación Cultural Club de Lectura de Trujillo, que había propuesto e impulsado la Feria del Libro en nuestra ciudad, no recibió ninguna comunicación oficial al respecto por parte del Ayuntamiento. Lo lamentable no es el hecho en sí mismo, que para eso el consistorio está en pleno derecho de elegir con quien desea trabajar, sino el objetivo claro y manifiesto de apartarme de la Feria como represalia por mis opiniones. Un penoso ejemplo del doble discurso de quienes apoyan la cultura y el espíritu crítico solo de boquilla, y mientras ésta no traiga problemas, ejerciendo en la práctica un comportamiento muy alejado del respeto por las libertades individuales de los ciudadanos. En lo personal, me basta el orgullo de haber impulsado en mi ciudad una Feria del Libro que no existía y que algunos ni siquiera echaban de menos. Otros vendrán a hacer bueno lo andado.  
  Mientras tanto, el Club de Lectura de Trujillo ha seguido ejerciendo su actividad hasta donde nuestros recursos lo han permitido, viéndonos obligados a detener la actividad durante los meses de marzo y abril de 2015 ante la falta de recursos económicos. Más allá de las palabras y las buenas intenciones, hemos cumplido con el convenio vigente celebrando nuestras reuniones semanales durante los meses de enero, febrero, mayo y junio. Esto, pese a la indicación recibida por parte de los servicios de Intervención Económica del Ayuntamiento -en presencia de Alberto Casero, Sebastián Berlanga y yo mismo- de que no iniciáramos nuestra actividad hasta contar con fondos para ello. Recomendación que, tomándola al pie de la letra, allí mismo recalqué al señor Casero, y ante la cual él se comprometió a garantizar el pago en el plazo de tres meses. Esto fue el 30 de enero de 2015. Nuestro colectivo continuó un mes más su actividad. Paró en marzo, y la retomó durante los meses de mayo y junio en la confianza expresada de que la firma del nuevo convenio era -ay, dichosa palabra- "inminente". Desde entonces hasta hoy todo han sido evasivas por parte del alcalde, quien tiene registrada en el Ayuntamiento una solicitud de entrevista con nuestro colectivo desde principios de septiembre. 

  Ahora es usted, querida Consuelo, quien nos informa que tras llevar dormido varios meses sobre su mesa finalmente el convenio no se va a firmar. Me pregunto qué va hacer, ¿va a cruzarse de brazos para decirnos, como ha hecho hasta ahora, que todo eso es cosa del anterior concejal y que usted ahí no entra? ¿Va a seguir llamando "privilegiados" a unos ciudadanos que lo único que quieren es seguir sintiéndose parte activa de su propia cultura? ¿Se va a anclar en la terquedad de cancelar un convenio que tan buenos frutos ha dado para nuestra ciudad? ¿O va a darle curso cuanto antes para que nuestro colectivo de ciudadanas y ciudadanos de Trujillo pueda seguir compartiendo su Biblioteca Municipal, organizando eventos culturales, aportando sensibilidades, despertando conciencias y construyendo, entre todos y todas, el espíritu crítico y constructivo que tanto necesita nuestra sociedad?

  En resumen, ¿va a apartarnos del camino emprendido o va a proteger las libertades que siempre ha defendido en los medios?

  Me asalta, lo confieso, una perversa curiosidad. Le deseo mucha suerte.

  Atentamente,
  Daniel Casado


domingo, 8 de noviembre de 2015

Esta boca es mía (y de nadie más)


Esta boca no gasta en asesores, zascandiles ni chivatos.
Esta boca no acata ideologías, manifiestos ni doctrinas.
Esta boca no cobra complementos, dietas ni propinas.
Esta boca no clama por un puesto, un "lo nuestro", "mi contrato".

Esta boca no debe nada a nadie y de nadie es luz y guía. 
Ni se enzarza con rufianes ni se casa con cualquiera. 
Esta boca evita la rancia algarabía de plaza y escalera,
 y en la muda soledad de quien la escucha se confía.


Esta boca se jacta de callar más que revela (no exagero).
 Bien sabido es que algunos desearían que no hablase
y a todos les recuerda: "mal de muchos, de tontos consuelo".

Que al final a todo regidor su caída alcanza y no hay vuelo
que tan alto suba, ni tan bravo concejal que no pase,

mas guárdenme el secreto: el tiempo es mi único casero.



viernes, 6 de noviembre de 2015

Pero antes, hagamos un poco de historia...


Echemos la mirada atrás justamente un año. Para comprender mejor la situación actual, conviene tener presentes las palabras que se pronunciaron en la gala del X Aniversario del Club de Lectura el 13 de diciembre de 2014. Fue en nuestro cálido y confortable Teatro Gabriel y Galán, en una velada en la que a más de uno se le helaron las ideas. No fue mi caso. Aun con los pies congelados leí punto por punto mi intervención. Un año después me reitero en lo expresado. Y me complace demostrar que donde dije digo sigo diciendo d-i-g-o.

Otros no pueden decir lo mismo. 


TEXTO ÍNTEGRO

"Autoridades, amigos, amigas, compañeras y compañeros del Club de Lectura; gracias por acompañarnos en esta celebración. Gracias, también, a los ausentes, por haber compartido con nosotros algún tramo del gran río de la vida, y del no menos ancho océano de la literatura.

1. Breve repaso a lecturas y experiencias del Club.

10 años. 68 obras leídas. Una pequeña gran familia de tertulianos ávidos de aventura y misterios, de expectativa y pasión, de intrépidos viajes, de destinos ineludibles, de azares épicos. Mientras leíamos viajábamos, mientras viajábamos soñábamos. Y todo secretamente, a lomos de una novela, de un libro de viajes, de una comedia demasiado cierta, de un poemario siempre incompleto. Leer es una manera de completar nuestra existencia. Quien toca un libro -como nos aseguró Walt Whitman- toca a un hombre. El magisterio de los grandes maestros es lo que hemos elegido a la hora de emprender nuestro viaje: Borges, Kafka, Dickens, Cervantes, Pessoa, Virginia Woolf, Jane Austen, Darío Fo, Delibes, Yourcenar, García Márquez, Cela, Kapuncinski, Chejov… y tantos, tantos otros… Estas vidas, estas obras, analizadas en profundidad con la complicidad del grupo, destronadas muchas veces de sus altares de gloria y polvo, revividas y cercanas como un amigo, como un confidente, como un maestro que nos susurra oculto en la Historia, nos han inoculado el entusiasmo necesario para desear seguir otros diez años más. Por lo menos. 

El eje de nuestro encuentro semanal ha sido, como todos saben, la Biblioteca Municipal de Trujillo. Deseamos que algún día también este centro adopte el entusiasmo necesario para pasar de albergar libros y favorecer la concentración de nuestros estudiantes, a ser un servicio de dinamización lectora con propuestas de contenidos y actividades para el desarrollo de una de las herramientas más esenciales del ser humano: la lectura. 



2. La importancia de discutir.

Porque leer en grupo es contrastar pareceres, defender opiniones, conocer otras posiciones, en una palabra: discutir. Parece que se tiene miedo a esta palabra. Discutir. 

Discutir: (Del lat. discutĕre, disipar, resolver). 1. tr. Dicho de dos o más personas: Examinar atenta y particularmente una materia. 2. tr. Contender y alegar razones contra el parecer de alguien. 

Es decir, discutir es justamente lo contrario a adoptar una ideología, un pensamiento único y definitivo, una doctrina o verdad como absoluta. Discutir es resistirse a abrazar ciegamente los dictados del pensamiento plano establecidos por los altavoces de las mayorías. Las buenas lecturas promueven el espíritu crítico, y nuestras reuniones en torno a los libros hacen posible ese espacio de análisis de las distintas realidades (sociales, políticas, económicas, religiosas, etc…) que definen nuestra época. A veces, incluso hablamos de literatura. También de música, pintura, filosofía o arte… Porque, qué es el Arte sino “pensamiento enfocado”, la posibilidad de continuar una ruta abierta por otra conciencia hace siglos o ayer mismo, movidos por el viejo impulso universal de fundir Belleza y Verdad. Nosotros, lectoras y lectores de hoy, ciudadanos activos, minoría responsable y crítica, tomamos el relevo de aquellos que vertieron sus ideas en los libros, en los lienzos, en la música… Ahora nos corresponde a nosotros mover el pensamiento. 

El Club de Lectura de Trujillo promueve la convivencia en torno a la discrepancia, pone en valor la diferencia y hace uso de una herramienta indispensable: el respeto. Y aún más, el agradecimiento. Es en el grupo donde alcanzamos a construir nuestra opinión, a ejercitar nuestro criterio, a despojarnos de prejuicios, a observar y comprender al otro, ese gran desconocido que -como nos han enseñado los libros- habita en cada uno de nosotros. 


3. Llegar a tener una opinión. 

Opinar: (Del lat. opināri). 1. Formar o tener opinión. 2. Expresarla de palabra o por escrito. 3. Discurrir sobre las razones, probabilidades o conjeturas referentes a la verdad o certeza de algo. 

Como todo el mundo sabe, la libertad de expresión está garantizada –al menos en teoría- en nuestro actual modelo de sociedad avanzada. Ilusamente, hoy son muchos los que se conforman con poder expresarse, hablar y hacerse oír en los foros del siglo XXI (de la barra del bar a las redes sociales) copiando y pegando frases comunes, repitiendo las tres verdades del barquero y, a menudo, camuflando de sentido común la decisión de no pensar por cuenta propia. Son los universos paralelos de la libertad humana, y también el signo de nuestro tiempo: estamos a punto de volver a la ignorancia por el exceso. La distracción es, desde luego, una forma de indiferencia. Y el virus de la indiferencia es uno de los grandes enemigos de toda sociedad que aspire a llamarse civilizada. Una sociedad que no se cuestiona a sí misma es una sociedad en decadencia. Y para preguntar, para cuestionar, para criticar y para dar explicaciones es necesario construirnos una opinión propia. Comprometerse con la verdad de las cosas. Por eso no es lo mismo hablar que opinar aunque todos, en algún momento, hacemos cualquiera de las dos cosas. 



4. La diferencia es nuestro valor.

La diferencia es nuestro valor. A menudo me refiero al Club como una familia. Una comunidad de lectoras y lectores de toda edad, condición y peculiaridades, que hace de estas diferencias su mayor valor: nuestra riqueza consiste en encontrar en los demás reflejos de nuestras emociones, pensamientos y preocupaciones, obteniendo nuevos puntos de vista, contrastando experiencias, acompañando y aportando testimonios que pasan de la página a la vida con la facilidad de un duende malabarista. Frente a las tentaciones del pensamiento único, nuestras diferencias constituyen la verdadera razón de ser del Club de Lectura como colectivo. Un activo que desemboca en la riqueza humana de todos y cada uno de sus componentes. 

Me gustaría poder nombrar a todas y cada una de las personas que han pasado por el Club en estos diez años… pero sería imposible. Sí quiero, de manera muy especial, recordar esta noche a dos de ellas: a Dolores Píriz, que estuvo en los inicios del Club y se nos fue demasiado pronto. Y, por el mismo motivo, a Jerónimo Sánchez, nuestro Jero, que siempre estará. Al resto de compañeros, desde aquí, mi abrazo y mi gratitud por este inolvidable viaje. 



5. Objetivos de la Asoc. Cult. Club de Lectura de Trujillo. Propuestas.

Juntos formamos un colectivo heterogéneo, abierto y francamente, muy entretenido, que pasó hace dos años a ser Asociación Cultural sin ánimo de lucro. Los Estatutos de nuestra Asoc. recogen los siguientes objetivos: 1. Fomentar el hábito de la lectura entre la población trujillana. 2. Dinamizar la Biblioteca Municipal de Trujillo. 3. Potenciar y difundir la cultura trujillana. 

Entre las actividades propias de nuestra Asociación se cuentan las Charlas dialógicas una tarde por semana en la Biblioteca Municipal. Las lecturas públicas, los encuentros con autor, viajes literarios, actuaciones musicales, talleres, y toda suerte de acciones encaminadas a promover el hábito lector entre la población. 

Una de las apuestas claras del Club de Lectura ha sido reivindicar para Trujillo una Feria del Libro a la altura de lo que nuestra ciudad merece. Esto es algo que con la ayuda del Ayuntamiento y la colaboración de diversos colectivos, del comercio local, de la comunidad educativa, de los trujillanos y trujillanas… se ha conseguido hacer realidad. Queda mucho por hacer, no obstante. Lejos de merecimientos, hablemos de necesidades. Trujillo necesita una Casa de la Cultura, un centro activo que vertebre la vida cultural trujillana, que recoja y potencie el impulso artesanal, literario, musical, fotográfico, pictórico de nuestra población. Que ofrezca salas para el debate, para la formación de usuarios, para proyecciones de películas, para reuniones sociales… En otras palabras: una Casa de Cultura. 

Les invito a hacer un pequeño experimento: cierren los ojos 10 segundos. Imaginen ese Centro social y cultural. Imagínense a ustedes mismos entrando y saliendo de ese edificio, yendo a recoger a sus hijos, asistiendo a una reunión de amigas, disfrutando de su wifi, acudiendo a un ciclo de Cine Japonés, contemplando una exposición… Muy bien, ya hemos dado el primer paso. Para que algo se haga realidad, antes hay que imaginarlo. 

Gracias por haber venido. Esperamos que disfruten la velada".




jueves, 5 de noviembre de 2015

Pasen y lean


Blogger me informa que sólo en el día de ayer este blog ha obtenido un incremento del 300% en sus visitas. Me atrevo a afirmar que, de ese 300%, un 400% (es decir, más los que miran mirar) han sido ojos empadronados en Trujillo. Bienvenidos a mi humilde blog, queridos paisanos. Con la calma y la libertad que otorga el hecho de no representar a ningún colectivo  (dimití como presidente de la Asociación Cultural Club de Lectura de Trujillo en el mes de mayo), me dispongo a ofrecer, con todo detalle, mi versión de los hechos desde este espacio cibernético. Sí, amigos, en las próximas semanas iré publicando diversas entregas de lo que he titulado "EPISODIOS CONSISTORIALES", en rendido homenaje al maestro Galdós. Mientras tanto, igual hay tiempo de tomarnos unas cervezas, escuchar música o leer unos poemas. Pasen y lean, amigos míos. Lo mejor está por llegar. 


martes, 3 de noviembre de 2015

La Biblioteca de Trujillo: festival de la sanción.

A raíz de la publicación de la penosa fotografía de la Biblioteca de Trujillo, hoy ha aparecido en prensa la siguiente noticia: La biblioteca municipal contará con un reglamento de funcionamiento.

Se trata, nuevamente, de una cortina de humo. Un querer hacer por no hacer nada. Cuatro han sido los concejales de distinto signo político con los que uno ha tratado en los últimos once años y ninguno de ellos ha resuelto el serio problema de la Biblioteca de Trujillo, lamentable ejemplo más allá de nuestras fronteras de lo que NO debe ser una biblioteca.

Como bien es sabido, la Biblioteca Municipal de Trujillo tiene problemas más serios y preocupantes  que unas pintadas gamberras, y medidas que adoptar mucho más necesarias que restringir el acceso a la ludoteca a los mayores de siete años. Esta medida, por cierto, incidiría precisamente en la dirección equivocada (la restricción, la sanción, la exclusión) en lugar de avanzar hacia la integración de los jóvenes programando actividades para ellos. Pero, ya digo, esto es un mal menor si tenemos en cuenta lo siguiente. 


Apunten:                 

1. La Biblioteca Municipal no cuenta con línea de teléfono para informar a los usuarios, reclamar los libros, etc... Tampoco ofrece servicios básicos como una fotocopiadora o una simple máquina de café.  No ofrece una información actualizada por Internet desde febrero de 2015. 

2. La Biblioteca Municipal sólo alberga aproximadamente una tercera parte de los fondos bibliográficos patrimonio de los vecinos y vecinas de Trujillo. El resto se está pudriendo en la antigua sede.

3. De los fondos bibliográficos existentes en la Biblioteca, la mayor parte están mal catalogados, mal ordenados en las estanterías o fuera del alcance de los usuarios, en dependencias  como la habitación de la limpieza.    
               
4. Durante años, desde la Biblioteca de Trujillo se han realizado expurgos de libros (tirándolos a la basura) sin autorización de los respectivos responsables políticos y bajo un criterio bibliográfico más que dudoso. Así, hace unos años, algunos vecinos fuimos testigos durante varias semanas de cómo se entregaron al servicio municipal de recogida de basuras montones de cajas con material bibliográfico como libros, álbumes y revistas (centenares de números de Ínsula, El Urogallo, Revista de Occidente, El ciervo, Clarín, Espacio/Espaçao Escrito, primeros números de la revista “Poesía Española” (fundada en 1942 por García Nieto y con poemas originales de José Hierro, Dionisio Ridruejo, etc...), material que cualquier bibliotecario guardaría como oro en paño. También se arrojaron a los contenedores álbumes de fotos costumbristas donados por los trujillanos.   
                
5. La Biblioteca no presta una información clara de las actividades que en ella se realizan.
                
6. La Biblioteca no incentiva las actividades de animación a la lectura. No sólo ofrece a los usuarios información errónea acerca del club de lectura, sino que campañas como "Tesoros de Papel" de la Diputación de Cáceres recibieron un pésimo resultado en nuestra localidad ante la inexistente difusión prestada. 
                
7.  Las instalaciones de la Biblioteca son inadecuadas, al no existir separación entre el mostrador para el préstamo de los libros y la sala de lectura o estudio. Esto provoca situaciones absurdas como que los usuarios deban comunicarse con el personal bibliotecario en voz baja, o que éstos sean reprendidos por el personal bibliotecario si no hablan bajo.
                
8. El personal auxiliar contratado consecutivamente año tras año lo hace por un tiempo limitado que oscila entre los 9 y los 12 meses, lo que impide que estas personas puedan realizar el trabajo riguroso y serio que la Biblioteca necesita para funcionar correctamente. Esto es debido a que las contrataciones son ayudas temporales y jamás se ha abordado desde la administración local la contratación de una persona cualificada para este puesto. Será que en Trujillo no hay personas en paro.
                
9. Y dejaremos aquí, de momento, aunque no será por falta de motivos y razones, la enumeración de calamidades que han hecho de la Biblioteca de Trujillo un grotesco ejemplo en materia de divulgación y apoyo a la cultura extremeña. Quien quiera puede tomarse la molestia de comprobar cómo se tratan los fondos relacionados con la cultura de nuestra región: dispersos en varias dependencias, se encuentran mezclados sin criterio actas y memorias, obras de autores extremeños, bibliografías, antologías, ensayos...
  


domingo, 1 de noviembre de 2015

Cuidado con la cultura

Así, en el cuarto trastero, apiladas junto a los utensilios de limpieza, llevan varios años fuera del alcance de los usuarios las principales obras de:

 Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Pablo Neruda, César Vallejo, Tirso de Molina, Charles Baudelaire, Jorge Luis Borges, Walt Whitman, Leonard Cohen, Italo Calvino, Las hermanas Bronte, Mario Benedetti, Blas de Otero, León Felipe, Albert Camus, Khalil Gibrán, Amim Malouf, Amos Oz, ... y muchos, muchos más autores.

¿Dónde? En la Biblioteca Municipal de Trujillo.

Donde la magia no acaba.